LA IDENTIDAD
CONCEPTUAL Y EL CLIMA ORGANIZACIONAL. UN RETO NO SUPERADO EN LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA
By Víctor Hugo Tineo Verutti
Las
organizaciones funcionan como un corpus donde cada órgano es indispensable para
su desarrollo y sobrevivencia. La dinámica de la interdependencia de las diferentes instancias
organizativas permite que cada eslabón de la cadena de subprocesos cristalice
sus objetivos en el corto y largo plazo.
En
este sentido, la misión debe estar concatenada a una sólida cultura que recorra
transversalmente la organización, permitiendo que cada esfuerzo desplegado por
el talento humano vaya cargado de sinergia y encaminado con el suficiente poder
transformador para sustentar un desarrollo estable y sistemático que responda a
las variables internas y externas.
En
este orden de ideas, las organizaciones que no atienden a sus necesidades
primordiales en el orden conceptual, pierden su rumbo, pues no poseen el mapa
que les indique el sendero por donde transitar con un poco más de seguridad
ambiental. Dicho en otras palabras, si
no se definen a sí mismas, su desempeño dejará mucho que desear y, por ende, no
alcanzará sus metas.
En
el plano de las instituciones públicas, el problema es más profundo pues se trabaja con recursos
ajenos, es decir, del Estado y la rendición
de resultados obedece más a criterios personales que a un sistema de estricto
cumplimiento. Por tal razón, muchas organizaciones públicas desaparecen, reestructuran, fusionan o simplemente cambian
de denominación.
En
el marco de las ideas expuestas, resulta obvio pensar que el clima
organizacional juega un rol primordial para motorizar al personal en la dirección correcta y lograr
los objetivos, pues es el elemento catalizador de la identidad conceptual y la
praxis organizacional. No obstante, el desconocimiento de muchos jefes,
gerentes, supervisores y trabajadores en general en esta materia, genera un
retroceso en las organizaciones e impide la fluidez necesaria para generar
cambios positivos respondan a la dinámica externa y, por ende, a la adaptación
interna de las estructuras y funciones.
En
definitiva, la ausencia de elementos
conceptuales bien definidos en materia de identidad conceptual, lesiona,
indefectiblemente, la funcionalidad y organicidad de toda organización,
especialmente, las que dependen del Estado como agente patrono.
No hay comentarios:
Publicar un comentario